Cuando se realiza un tatuaje, se coloca un film para protegerlo, al retirar la protección, se deberá lavar el tatuaje con jabón neutro. No se debe tocar, ni colocarse sobre él ropa ajustada y nunca arrancarse las costras o rascarse.
El tatuaje produce mucha picazón, se puede aliviar con hielo, pero nunca frotarla, rascarla y preferiblemente no mojarla por un tiempo. Si se arranca las costritas que se le forman al tatuaje, junto con ellas saldrá la tinta y quedará un hueco en el diseño.
El tatuaje se deberá lavar el tatuaje tres o cuatro veces por día con jabón neutro de glicerina o con jabón bactericida. Los demás jabones, estos son, perfumados, deben evitarse ya que secan demasiado el tatuajes y la piel se lastima.
Se deberá aplicar crema antibiótica dos o tres veces por día. La función de esta crema es, evitar infecciones: no puede ser reemplazada por cremas humectante. De cualquier manera, la crema antibiótica también humecta la piel y produce un gran alivio. Se debe ser cuidadoso en su aplicación para evitar arrancar costritas.
En caso se presentarse irritación o hinchazón, ésta puede ser controlada con la aplicación de hielo.
Por un tiempo después de terminado el tatuaje hay que evitar la pileta, los baños calientes de inmersión, los jacuzzis, el mar y el sol, hasta que no esté completamente curado, el tatuaje no puede exponerse a ninguna de estas cosas.
Sin embargo, esto no quiere decir que una vez curado el tatuaje, estas cosas no le hagan daño, por lo que se recomienda colocarse protector solar con un factor muy alto como para proteger el tatuaje cuando se está al aire libre.
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